Saturno nos marca el tiempo, lleva las cuentas de nuestros días, nuestros años y el cómputo de nuestra vida. El tiempo que este planeta tarda en dar una vuelta alrededor del Sol (el año de Saturno) es de 29,5 años terrestres, y gobierna importantes ciclos de siete años en nuestro periplo vital: 7, 14 , 21, 28, 35, 42, 49 años …etc. Es en estas edades – o alrededor de ellas- cuando se producen los acontecimientos más significativos de nuestras vidas.
Saturno nos habla del paso del tiempo, de las lecciones que aprendimos y las que no aprendimos, nos lleva las cuentas del karma y de nuestras acciones. Es de la escuela de la “ mano dura” y la “letra con sangre entra”.
Nos habla de lo que sembramos y lo que cosechamos, de resistencia, paciencia, templanza y esfuerzo y también de justicia.
En astrología se le considera el “ Señor del Tiempo”. Saturno es representado como un anciano con larga y espesa barba blanca, con una hoz en la mano. Es el emblema del tiempo y lo simboliza como algo muy antiguo que todo lo destruye y acaba.
Como no podía ser de otra forma a Saturno se le entiende con el tiempo. Cuanto más tiempo pasa mejor lo comprendemos.
Resistirse a sus lecciones no sirve de nada. Del paso del tiempo nadie se escapa.
Que el tiempo no transcurre como giran los astros,
suavemente, dejando
un rastro azul de octavas y becuadros,
un teorema perfecto en la mano de Newton,
sino que, brutalmente,
como arpón que quisiera extraerse al recordar,
desgarra los violines, triza los monumentos,
nos abate.
Anillos de Saturno ( Francisco Serradilla )
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