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Nos quieren amedrentados. Porque saben que el miedo es la herramienta de control más efectiva. El miedo es el arma que utilizan los cobardes, los ignorantes, los ególatras, los mezquinos, los falsos, los mentirosos, los codiciosos y los que tienen ansias de poder.

Vamos a definir el poder de forma amplia como la capacidad de dominación implícita o explícita, la capacidad de distribuir y compartir influencias y la capacidad de resistir el poder de otros.

Y ¿qué rasgos psicológicos presentan las personas con alta necesidad de poder?

En primer lugar estos individuos estarán interesados desde el principio en utilizarlo en su propio beneficio y usarán todas las técnicas a su alcance para conseguir sus metas particulares.

Asimismo presentan inseguridad emocional que les lleva a integrarse en determinadas estructuras para sentirse seguras, obtener soporte y tener un marco de referencia sólido donde acudir a reafirmar su propia identidad psicológica y social.

También presentan necesidad de aceptación, deseo de estatus y movilidad social y de ser aceptados por grupos situados en niveles superiores o con más poder. Para conseguirlo orientan sus comportamientos hacia las metas de esos grupos.

Encontramos también entre ellos individuos fuertes, astutos, audaces ,dominantes, manipuladores y narcisistas.

¿ Qué estrategias utilizan?: Entre las más comunes encontramos:

El mantenimiento de alianzas con personas y/ o grupos poderosos.

Influir, persuadir, o hacerse con un aliado, o si no es posible destruirlo para que en otro momento no pueda ocasionar problemas.

Dividir para reinar, esto es, sino pueden controlar la situación ponen a un “ fiel” o a “uno de los suyos” porque es más beneficioso que eliminar a un grupo, sector o personas en lucha.

Como son cobardes, interponen para conseguir sus fines a un ejecutor o ejecutores de sus planes. ¿ por qué no ellos directamente?.Porque saben que están obrando mal. Son individuos no éticos, autoindulgentes y que justifican sus comportamientos. Su nivel de conciencia y de empatía es bajo. Viven de las apariencias y desconfían de la autenticidad.

Se comparan con los demás, están sujetos a las normas sociales. Se creen poseedores de la verdad absoluta y por tanto con derecho a juzgar y a controlar las conductas de los demás, Son vanidosos. Se autocuestionan poco. Se toman muy en serio a sí mismos y el papel que representan en la sociedad. Son dogmáticos e inflexibles. Sus semejantes les importan poco o nada. Tienen mucho miedo de la gente libre, la que piensa por sí misma.

Esta camarilla debería ir preparándose, porque vienen vientos de cambio. La recuperación de la libertad , de la civilización y de la condición humana pasa por reducir a este colectivo a base de sensibilidad, de justicia, de voluntad, de coraje, de amor, de entusiasmo, de búsqueda de la verdad , de cortesía, de generosidad y mentalidad de abundancia.

Los líderes que vienen se caracterizarán por tener valores más solidarios y altruistas y cuando consigan el poder lo utilizarán para ayudar a los otros y no únicamente para su propio provecho.

La revolución pacífica es necesaria. Entre todos podemos crear un mundo mejor y ellos, los falsos, mezquinos y codiciosos caerán. Y queremos asistir a ese momento.

Es cuestión de creerlo posible para crearlo. Pero sólo lo conseguiremos si unimos nuestras voluntades y nuestras conciencias.

No más miedo.