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Es pequeño, le llaman planeta enano, pero tiene una fuerza descomunal.

El momento de su descubrimiento, en el año 1930 coincide con la revolución de la física nuclear que le ha dado al hombre un gran poder de creación pero también la posibilidad de destruir masivamente.

Plutón es muy oscuro, denso; encierra un gran poder concentrado.

Plutón quiere que indaguemos en nuestra parte que se mantiene en la sombra con el fin de que salgamos transformados del proceso.

Es un planeta espiritual o transpersonal. Es símbolo de la transformación, de la metamorfosis. Representa la regeneración tras la destrucción.

Todos tenemos a Plutón en alguna casa de nuestra carta natal. Y no podemos evitar los tránsitos que dicho planeta va haciendo por nuestra carta.

A nadie le gusta confrontar su parte plutoniana, pero ahí está recordándonos que también es nuestra.

Trabajar nuestro Plutón resulta ciertamente muy doloroso. Da mucho miedo. Plutón añade una intensidad inusitada a todo lo que toca.

La fuerza de Plutón consiste en abrazar e integrar la propia sombra -que esconde un tesoro oculto- y seguir avanzando como individuos completos hasta el siguiente nivel evolutivo.

Cuando se enfrenta con las crisis de Plutón, la gente suele recurrir a todos sus reservas para mantener unido lo que se está desintegrando. Pero esto sólo dificulta la crisis, e incluso la hace insoportable, y además frustra el nacimiento de una nueva realidad.

La mejor manera de entender el mensaje de Plutón es dejar de aferrarse a lo que sea que debe desaparecer, y trabajar acelerando el nacimiento de lo nuevo.

A diferencia de los de Urano, los efectos de Plutón no suelen ser súbitos, porque representa un poder evolutivo incorporado en la naturaleza de las cosas. Los seres vivientes evolucionan: se desarrollan, mueren, se descomponen y se transforman en otras cosas. En un universo en continua transformación, nada puede permanecer mucho tiempo sin cambiar, y la mayor parte del cambio proviene de la naturaleza misma de lo que cambia. También es inherente al proceso de crecimiento de la psique humana el hecho de que periódicamente deba soportar crisis que implican colapsos y renacimientos.

Referencia bibliográfica

Los simbolos del horóscopo. Robert Hand.Urano, 1993