Todos estamos perdidos en la traducción. A veces no podemos traducir los sentimientos en palabras. Me gusta esta escena de la película Lost in Translation. Los protagonistas coinciden en una ciudad enorme y lejana, en un momento crítico en sus vidas.
El mundo se halla inmerso en el tránsito de Neptuno en Piscis ( 2012-2026 ). Esto significa, entre otras cosas, que hay una mayor apertura al inconsciente colectivo, pero también mayor confusión. El mundo se ha convertido en una especie de Torre de Babel, en el que las palabras se maliterpretan. Muchas personas buscando el sentido de sus vidas. Muchas personas perdidas en la traducción.
Hoy os pongo esta escena en la que los personajes no hablan, pero en un fugaz momento se lo dicen todo. Las imágenes y la música son una traducción universal.
Bob Harris, un actor norteamericano en decadencia, acepta una oferta para hacer un anuncio de whisky japonés en Tokio. Está atravesando una aguda crisis y pasa gran parte del tiempo libre en el bar del hotel. Y, precisamente allí, conoce a Charlotte, una joven casada con un fotógrafo que ha ido a Tokio a hacer un reportaje; pero mientras él trabaja, su mujer se aburre mortalmente. Además del aturdimiento que les producen las imágenes y los sonidos de la inmensa ciudad, Bob y Charlotte comparten también el vacío de sus vidas. Poco a poco se hacen amigos y, a medida que exploran la ciudad juntos, empiezan a preguntarse si su amistad podría transformarse en algo más.
Lejos de sus países de origen y de sus vidas pasadas, Bob y Charlotte vienen a establecer un lenguaje propio.
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