Ha llegado un punto en el que estoy un poco harta de escuchar cuando hablo de la Astrología la siguiente frasecita: «Ahhhh. Es que te gustan estas cosas».
Pues si, me gustan estas cosas. «Estas cosas» le han gustado a muchas de las mentes más privilegiadas de todos los tiempos, de todas las disciplinas, artes, ciencias y/o saberes. Benson Bobrick, en su libro Escrito en el cielo, escribe que “Un astrólogo bien puede decir que cuenta con el aval de figuras como Brahe, Galileo, Kepler y Newton en astronomía; Dante, Chaucer, Shakespeare, Dryden, Goethe y Byron en literatura; Platón y Ficino en filosofía; Aquino y Buenaventura en teología; J.P. Morgan y otros magnates en economía; la reina Isabel I y Charles de Gaulle en política; Boticelli, Tintoretto, Durero y El Bosco en pintura, Carl Jung en psicología; y Alejandro Magno, Darío de Persia, Adriano, Lorenzo de Medicis y otros generales y conquistadores en la guerra. La lista es interminable”.
Así que “ estas cosas” es una Sagrada Ciencia, que incluye un valiosísimo corpus de conocimiento seguida por las mentes más excelsas de todos los tiempos, que como no estaban viendo el futbol, ni los programas del corazón, ni estaban ocupados en vanidades varias, se ocupaban de relacionar los fenómenos celestes con los sucesos de la tierra, a partir de la observación.
Y observaron que las personas somos un sistema solar a escala y que conociendo lo de arriba ( pues todo está conectado ), conoceremos el funcionamiento de nuestra psique.Y la manera de acceder a ese funcionamiento es a través de nuestra Carta Natal
Aquí os dejo un video en el que hablo sobre la importancia de la astrología a lo largo de las diferentes épocas de la historia.
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