Igual que el Sol es el astro central de nuestro sistema solar, vosotros también tenéis vuestro sistema solar interno. Vuestro Sol astrológico ( signo del zodíaco al que pertenecéis ) representa el yo profundo, el yo verdadero, la identidad básica. La voluntad, la Luz, vuestra conciencia.
Pero para llegar al centro vais a tener que hacer un largo viaje: el viaje del héroe. Un viaje mucho más interesante que cualquier viaje a un lugar geográfico.
En el “ El mito del Eterno retorno” , Mircea Elíade nos habla de ese centro al que llega aquel que viaja al centro de su ser.
( …) . El “ centro” es, pues, la zona de lo sagrado por excelencia, la de la realidad absoluta. Todos los demás símbolos de la realidad absoluta ( Árboles de Vida y de la Inmortalidad , Fuente de Juvencia, etc ) se hallan igualmente en un centro . El camino que lleva al centro es un “camino difícil” , y esto se verifica en todos los niveles de lo real: circunvoluciones dificultosas de un templo ( como en el de Barabudur ) ; peregrinación a los lugares santos ( la meca, Hardwuar, Jerusalén , etc ) , peregrinaciones cargadas de peligros de las expediciones heroicas del Vellocino de Oro, de la Hierba de Vida, etc, extravíos en el laberinto; dificultades del que busca el camino hacia el yo, hacia el “ centro” de su ser, etc. El camino es arduo , está sembrado de peligros, porque, de hecho, es un rito del paso de lo profano a lo sagrado de lo efímero y ilusorio a la realidad y la eternidad; de la muerte a la vida; del hombre a la divinidad. El acceso al “centro” equivale a una consagración, a una iniciación ; a una existencia ayer profana e ilusoria, le sucede ahora una nueva existencia real, duradera y eficaz.( …).
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