Con esta posición, la persona es magnética y temperamental. Una profunda pasión puede llevar a estas personas al matrimonio. Los comienzos de la unión suelen ser muy felices, pero pronto surgirán violentos antagonismos y tensiones que precipitarán la convivencia a un final dramático y de consecuencias dolorosas. El cónyuge de estos nativos tendrá rasgos «plutonianos» o será Escorpio: una persona dominante, agresiva y de poderosa voluntad, extremadamente celosa y posesiva, pero también de gran magnetismo. Entre los cónyuges puede establecerse una lucha sorda por el poder.
El influjo de Plutón condiciona a la persona a seguir firmes principios e ideales. En consecuencia, tenderá a relacionarse con los demás desde esta perspectiva, eligiendo gente afín a sus ideas o buscando que otros se conviertan en seguidores de sus teorías.
Atendiendo a la fuerte carga energética de Plutón en torno a las transformaciones y los cambios, cuando contamos con este planeta en casa 7 tendremos que encarar nuestras relaciones en general, y no solamente las de pareja, en función del capital que puedan aportarnos para nuestra metamorfosis interna. Las relaciones tienen que dejarnos algo útil en el marco de nuestros procesos de cambio y transformación, siempre pensando en convertirnos en mejores personas.
Y tú. ¿ Ya sabes cómo es tu patrón de comportamiento en el área de la pareja?.
Mi consejo es que te hagas una Carta Natal y una sinastría para poder responder a estas y otras muchas preguntas.
No te quedes inmóvil
al borde del camino
no congeles el júbilo
no quieras con desgana
no te salves ahora
ni nunca
no te salves
no te llenes de calma
no reserves del mundo
sólo un rincón tranquilo
no dejes caer los párpados
pesados como juicios
no te quedes sin labios
no te duermas sin sueño
no te pienses sin sangre
no te juzgues sin tiempo
pero si
pese a todo
no puedes evitarlo
y congelas el júbilo
y quieres con desgana
y te salvas ahora
y te llenas de calma
y reservas del mundo
sólo un rincón tranquilo
y dejas caer los párpados
pesados como juicios
y te secas sin labios
y te duermes sin sueño
y te piensas sin sangre
y te juzgas sin tiempo
y te quedas inmóvil
al borde del camino
y te salvas
entonces
no te quedes conmigo.
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